El paciente oncológico tiende a padecer fuertes cambios emocionales, por eso debe ser ayudado con herramientas terapéuticas sencillas para que se pueda expresar y plantear sus necesidades afectivas.
La Sociedad Anticancerosa de Venezuela (SAV) y el Circuito Gran Cine hicieron realidad una jornada de proyección de cortometrajes inspiradores, para crear conciencia sobre la importancia del enfoque del paciente y de sus familiares hacia la enfermedad, en este caso el cáncer de mama.
El evento se realizó en la Clínica de Prevención del Cáncer de la SAV y al mismo asistieron pacientes oncológicas y familiares de personas con cáncer.
La doctora Michelina Cipriani, especialista en salud pública y gerente de educación de la SAV, señaló que fue un encuentro “lleno de emotividad y momentos conmovedores, el cine foro permitió que todas las participantes se sintieran reflejadas y apoyadas, porque vieron que no están solas y no son las únicas en el mundo que atraviesan por esa situación”.
Resaltó que se aspira que este cine foro pueda llevarse a otras comunidades, así como mantener una actividad de entrada libre al mes con pacientes e invitados externos.
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La doctora Cipriani comentó que “la costumbre de realizarse chequeos médicos anuales para prevenir enfermedades como el cáncer disminuyó, por eso es necesario hacer campañas de concientización dirigidas a retomar ese hábito; insistimos en que, si se detecta la enfermedad a tiempo, puede curarse”.
Afirmó que, en el caso del cáncer de mama, realizarse una evaluación preventiva no significa que sea necesario someterse a una mamografía sin tener síntomas o antecedentes familiares, pero un eco mamario sí se puede hacer a cualquier edad. Si en el eco se encuentra una lesión, se tiene que practicar una mamografía o biopsia sin importar los años de la persona.
El cáncer de mama a través de cortometrajes
En la actividad se transmitieron los cortometrajes “La teta que os falta”, una producción española de ficción, y “La culpa no es Dios”, corto documental venezolano, los cuales fueron escogidos porque transmiten mensajes inspiradores que motivan a los pacientes a luchar contra su enfermedad, según explicó la psicóloga María Loyda González, representante del Circuito Gran Cine.
Añadió la especialista que el paciente oncológico tiende a deprimirse con facilidad, por ello lo importante es ayudarlo con herramientas terapéuticas sencillas. con las que ellos se puedan expresar y planteen sus necesidades afectivas, eso es una atención primaria inmediata.
Indicó que, además del paciente, sus familiares también deben recibir una atención especializada.
“La teta que os falta” cuestiona el rechazo hacia las mujeres por tener una mastectomía radical y “La culpa no es de Dios” muestra a pacientes que, tras buscar posibles culpables de su afección, aceptan el diagnóstico y, junto con la atención médica, luchan contra la patología con una buena actitud y la ayuda de Dios y de sus familiares, para alcanzar la curación.
Ante todo, mantener una actitud positiva
En la actividad, las asistentes tuvieron la oportunidad de comunicar lo que estos cortometrajes les transmitieron, lo cual ayudó a compartir experiencias propias y cercanas sobre la enfermedad. Coincidieron en afirmar que la fe en Dios y la actitud positiva frente a la enfermedad, la atención médica adecuada y el apoyo de seres queridos, son elementos indispensables que permiten sanar.
“Yo jamás permití que me trataran como a una enferma”, expresó Yulimar Yánez, paciente de cáncer de mama en etapa de remisión, (desaparecen los síntomas). Refirió que “los doctores contribuyen a la mejoría de los pacientes, pero lo más importante es que estos últimos den lo mejor de sí, sean valientes y confíen en que Dios tiene el control de todo”. Explicó que su experiencia permitió que le diera mayor valor a la vida y que escribiera el libro “Esperando tu llegada”, que la ayudó a desahogarse y a conmover e inspirar, tanto a los que tienen una situación similar como a los que no.
“No le agradezco al cáncer, pero sí a lo que me permitió vivir”, señaló Mercedes Hidalgo, quien tiene 4 años de ser operada por cáncer de mama y se encuentra en estado de remisión. Recalcó que “esa enfermedad no es sinónimo de muerte, puesto que se puede salir adelante siempre que se conserve una buena actitud y se diagnostique a tiempo”. La patología no le impidió a Hidalgo salir a disfrutar momentos agradables, durante su tratamiento se iba a bailar y pudo conocer a su actual pareja, con quien se siente apoyada, y la acompañó en todo su proceso de sanación.
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